Nuestro bienestar mental depende de nosotros mismos, no de las circunstancias externas.

Si solo atiendes a lo que te falta y no a lo que tienes, nos podríamos convertir en personas frustradas.

Pero, ¿cómo podemos trabajar nuestra fortaleza mental?

*Fomentar nuestro crecimiento personal.

*Ejercitar la fuerza mental.

*Aprender a gestionar nuestras emociones.

*Vivir en el presente con atención plena.

*Evitar el perfeccionismo.

*Identificar relaciones tóxicas, dado que nos generan más costes que beneficios.

*Mantener nuestros hábitos saludables.

*Analizar las situaciones de forma objetiva.

*Gestionar mejor nuestro tiempo.

¡Manos a la obra!

¡Vamos a seguir las pautas!